La técnica de reemplazo articular de cadera mínimamente
invasiva consiste en realizar la misma cirugía convencional pero a través
de una incisión de 6-10 cm de longitud en lugar de los 20-30 cm empleados en la
técnica convencional.
Esta técnica es menos agresiva ya que genera un daño mucho
menor a los tejidos blandos, músculos y ligamentos circundantes a la cadera.
La cirugía todavía implica cortar y retirar hueso. El
cirujano de todos modos necesita mover algunos músculos y otros tejidos, aunque
menos que con la cirugía regular. Por lo general, no se cortan ni se separan
los músculos con una artroplastia de cadera mínimamente invasiva.
Los mismos implantes que se emplean en las artroplastias de
cadera convencionales también se utilizan en este procedimiento, aunque se
utiliza un instrumental adaptado para realizar esta técnica.
Las indicaciones son las mismas que para una técnica
convencional aunque las personas más delgadas por lo regular son los mejores
candidatos para esta técnica.
Esta técnica permite
una recuperación más rápida de la artroplastia de cadera y los pacientes sufren
menos dolor. Con frecuencia, hay menos
sangrado que con la cirugía convencional. Las personas que se someten a
esta cirugía por lo general permanecen en el sanatorio durante menos días.
Con un buen entrenamiento, el tiempo quirúrgico no pasa de
los 45-50 minutos.
Los cirujanos de generaciones pasadas se jactaban, y aún
algunos lo mantienen, de sus intervenciones y acuñaron la frase: “Grandes
incisiones, grandes cirujanos”. Esta frase puede usarse para algunos
procedimientos grandes como lo son los transplantes, pero hoy estamos en condiciones de refutar ese dicho para
una cirugía de reemplazo de cadera primario. Esta técnica tiene su curva de aprendizaje y no todos están en
condiciones de hacerla, de ahí el rechazo de algunos colegas más añosos…
Cuanto menos daño se haga al paciente, mejor…
Hasta la próxima.
Dr. Leandro Nuñez
No hay comentarios:
Publicar un comentario