"Ya me diagnostiqué por Internet, vengo sólo para una segunda opinión" |
Esta situación es cada vez más frecuente en el consultorio…y peligrosa también.
Las consultas médicas a través de Internet van en aumento.
Un estudio de Google muestra que en Estados Unidos 80% de las personas con
acceso a la web realizan una consulta antes de acudir al médico. Según los
expertos, esto no está mal, pero el paciente tiene que saber que los riesgos
son altos y que, antes que nada, las respuestas a una inquietud que se formula
a través de Internet o redes sociales debe
provenir de un médico que esté debidamente identificado.
Tanto como existe información confiable también hay un
riesgo alto si no se acude a la fuente correcta.
Puede resultar peligroso tomar información sobre algún
tratamiento sin haber consultado con un médico. También hay pacientes que reconocen
que lo hacen para "contrastar" lo que les ha dicho el doctor,
aunque la mayoría no pretende poner en duda al profesional, sino simplemente
"ampliar" la información recibida.
No obstante, hay servicios en Internet a los cuales uno
puede acceder que son orientados por médicos certificados y reconocidos, y son
confiables. Se debe tener en cuenta que la
calidad de la información depende de la fuente.
¿Cómo saber si la página de consulta es segura?
La página de consulta debe tener teléfonos, dirección, datos
de contacto, las biografías de cada uno de sus responsables médicos. Lo ideal sería que sea
un portal de información médica. Se debe tener cuidado con los foros, donde
diferentes pacientes intercambian vivencias.
Uno cree que del otro lado está el Dr. House... |
...pero en realidad puede estar el Dr. Horse... |
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