domingo, 8 de junio de 2014

Messi: Vómitos en deportistas de élite

Una acción que llamó la atención fue ver a Messi vomitando al borde de la cancha a poco de ingresar, algo que se vio repetidamente en los últimos meses tanto en partidos con el Barcelona como con la Selección. ¿Es normal? Messi minimiza estos episodios aduciendo que es algo que le ocurre desde que jugaba en La Masía y que se hizo muchos estudios sin dar un diagnóstico de certeza.
Desconociendo los motivos o los informes tanto del cuerpo médico del Barcelona como de la Selección, intenté buscar la causa de este problema, y me di cuenta que Messi no es el único deportista de élite que sufre de esta rareza.
Los médicos del Barcelona, incluso el mismo Messi, refieren que estos episodios no alteran su rendimiento, incluso se relaja luego de vomitar: “Me pasa seguido en los partidos, en las prácticas, en mi casa. No sé bien qué es, me hice miles de estudios y me pasa. Intento tomar algunas pastillas, me empieza a agarrar y termino casi vomitando”.

Esta situación no es normal, pero puede pasar. Cuando se hace ejercicio con mucha intensidad, aumenta mucho el ácido láctico. Es una sustancia tóxica que genera acidez y puede provocar trastornos gastrointestinales porque el deportista se esfuerza mucho y se implica psicológicamente. Pueden existir otros factores además de metabólicos, como los psicosomáticos y que hubiera algún problema intestinal, que digiera de forma lenta, esto último aparentemente descartado por los estudios realizados a Messi.
La ansiedad puede también ser la causante de los vómitos. Teniendo en cuenta que el jugador es el mejor delantero de la historia, o en su defecto, está entre ellos, la presión que debe tener sobre sus hombros no es precisamente escasa. Constantemente se exige a Leo ser mejor, marcar goles, hacerlo bien, y seguir mejorándose a sí mismo, pero ¿cómo puede seguir mejorando si ya es considerado desmesurado todo lo que hace? Leo Messi es totalmente consciente de su situación y quizás le sobrepasa el tener que hacer lo que todo el mundo espera de él en cada partido ‘ser el mejor’, por lo que si no trabaja las técnicas necesarias para controlar esta presión puede padecer de ansiedad. No obstante, siempre es necesario un cierto nivel de ansiedad, ya que mejora el esfuerzo e incluso el rendimiento cuando es el adecuado. Pero el estado de ansiedad elevado puede causar reacciones como miedo, enfado, irritabilidad, preocupación o culpabilidad, éste estado se identifica con una serie de síntomas físicos y psicológicos, entre los cuales están los vómitos.
No han sido pocos los deportistas que vomitaron antes, durante o después de su actividad física. Según apuntan algunos especialistas los vómitos suelen tener como detonante situaciones de estrés y alta tensión emocional propias del deporte de élite.
Como ejemplo está el piloto británico James Hunt, que solía vomitar antes de subirse a su auto en cada carrera por la enorme intensidad nerviosa que le acarreaba cada prueba. Al hacerlo su cuerpo volvía a la calma.

Hace poco Usain Bolt mostró un video suyo vomitando luego de un intenso entrenamiento que demostraba la estrecha relación entre el sobreesfuerzo y los vómitos, comentando "¿Quieres ser el número 1? Esto es lo que cuesta llegar a serlo".

Uno de los casos más extraordinarios en relación a esa respuesta del cuerpo a los nervios es Bill Russell, el jugador más ganador en la historia de la NBA. Uno de sus aspectos más desconocidos es que Russell solía vomitar antes de cada partido. Comenzó haciéndolo por nervios, fue acostumbrándose y terminó convirtiéndolo en un ritual. El rito llegó a alcanzar tal significancia en el grupo que si por alguna razón Russell no vomitaba los compañeros se preocupaban sabiendo que esa noche su líder no estaría en las mejores condiciones. Prueba de ello es la ocasión en que su entrenador, Red Auerbach, necesitaba especialmente el cumplimiento de esta superstición y al ver que Russell no lo hacía su técnico se lo ordenó: “¿Se puede saber qué demonios haces? ¿Vas a vomitar de una vez?”.

Sea uno u otro el motivo por el cual Messi vomita, no parece influir en su rendimiento, y, mientras no le altere la salud a futuro y a él lo relaje, espero que sirva para que nos dé la ansiada Copa del Mundo. 

Hasta la próxima.

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