Las lesiones musculares son las más frecuentes del fútbol, y
en un torneo corto como una Copa del Mundo, un desgarro deja al futbolista
fuera de competencia por el resto del evento.
El músculo está compuesto por un conjunto de fibras musculares
que están rodeadas por una pequeña capa de tejido (tejido conjuntivo), a su vez
se unen al hueso por los tendones. Cuando existe una lesión puede afectar a las
fibras musculares y/o también a los tendones.
Las causas más frecuentes incluyen mala técnica deportiva y
desconocimiento de la misma, deshidratación, sobreesfuerzo excesivo,
desequilibrio muscular.
Existen diversos tipos de lesiones musculares que se pueden dividir
en:
Contusión
Lesión debida a un traumatismo directo (choque o impacto) sobre
el músculo. Generalmente es una lesión leve y de recuperación en unos días que
se manifiesta por dolor, y a veces la aparición de un hematoma.
Es la típica “paralítica” cuando ocurre en el vasto externo.
El tratamiento se basa en reposo, frío local, vendaje compresivo
y elevación del miembro afectado. No se deben realizar masajes ni aplicar calor
sobre la zona.
Pronóstico: 1 a 3 días.
Sobrecarga muscular
Es uno de los problemas más frecuentes. Se produce debido a
un sobreesfuerzo de las fibras musculares. También suele ser una lesión leve
que mejora con el reposo y frío local. Suelen aparecer
molestias al comenzar el ejercicio que persisten al dejar de realizarlo.
Pronóstico: 48 hs.
Calambre muscular
Se produce una contracción intensa y mantenida del músculo.
Una de las causas más frecuentes es la realización de un calentamiento
insuficiente o inadecuado antes de hacer ejercicio, aunque también puede
ocurrir por un sobreesfuerzo y falta de sales minerales.
En el mismo lugar en el que ocurre la lesión se deberá hacer
estiramiento regular y potente para alejar en forma pasiva los puntos de
inserción del músculo, fricción profunda e hidratación.
Después se realizarán sesiones de termoterapia, masajes y se
mantendrá reposo durante 24 a 48 horas.
Pronóstico: 2 a 3 días.
Contractura muscular
Se produce una contracción del músculo de forma duradera, aunque
también por estrés, nerviosismo o por cansancio. Estas causas producen nódulos
que pueden notarse al tacto. Provoca dolor especialmente cuando se intenta
movilizar el músculo afectado (estiramiento).
Suele ser un problema transitorio y mejora con reposo,
masaje, calor y estiramientos adecuados.
Pronóstico: 1 a 3 días.
Distensión
Se produce un estiramiento, incluso una pequeña rotura, de algunas
de las miofibrillas acompañado de una leve inflamación. Se caracteriza por la
aparición de un dolor súbito e intenso. Es el famoso “tirón”.
El tratamiento incluye aplicación de hielo local,
compresión, elevación de la extremidad y pueden ser útiles la electroestimulación (TENS). Se puede volver a movilizar la extremidad cuando cede el dolor intenso.
Pronóstico: 9 a 15 días.
Desgarro muscular
Se produce un desgarro afectando a un número mayor de fibras
musculares. Se acompaña de una mayor reacción inflamatoria. Se nota un
chasquido acompañado de dolor intenso e imposibilidad de movilizar o apoyar la
extremidad.
El tratamiento es similar a la distensión muscular, con
realización de reposo relativo, pero por un tiempo mayor. La primera semana de
la lesión será de reposo, una vez desaparecida la inflamación se aplicarán
masajes, termoterapia, y se comenzará el trabajo de isométricos.
La reanudación
de la actividad deportiva será después de 6 a 8 semanas. Se aconseja un buen
precalentamiento y evitar los movimientos de aceleración brusca durante 2
semanas aproximadamente.
Pronóstico: 3 a 8 semanas (depende la extensión y la
localización de la lesión).
Rotura muscular
Ésta puede ser parcial (desgarro importante) o total (la
rotura afecta a todo el grosor del músculo). La clínica es más intensa que en
los desgarros con dolor que no cede con el reposo, inflamación, aparición de
hematoma e impotencia funcional. Si la rotura es total se puede ver la
depresión de la zona afectada provocado por la rotura y retracción del vientre
muscular.
El tratamiento requiere reposo absoluto y prolongado, hielo, electroestimulación. En algunos casos se puede requerir cirugía con sutura, en función del
músculo afectado. La rehabilitación es importante para recuperar la
funcionalidad del músculo en la medida de los posible y permitir reanudar la
actividad física.
Pronóstico: 8 a 12 semanas.
Los músculos más afectados son los isquiotibiales, seguidos
por los aductores, cuádriceps y gemelos.
Este es un esquema de rehabilitación, empleado en el FC Barcelona
(apunts med esport. 2009;164:179-203)
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Hasta la próxima.
Dr. Leandro Nuñez
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