jueves, 31 de julio de 2014

Prevención de Infecciones de Heridas Quirúrgicas

Una de las mayores preocupaciones de los pacientes, y de los cirujanos, previo a la cirugía de reemplazo de cadera, son las infecciones. Cada vez se toman más medidas preventivas y cuidados, lo cual hace bajar el índice de infecciones, pero obviamente no se llega a un índice cero.

Los cortes producidos durante una cirugía alteran una de las principales funciones de la piel: actuar como barrera natural frente a los microorganismos del medio. Hasta que se produzca la cicatrización de una herida quirúrgica, la abertura en la piel puede facilitar la entrada de gérmenes. Si esto sucede y las infecciones no se tratan de manera adecuada, los riesgos para la salud del paciente pueden ser importantes.

El grado de penetración de los organismos determina los síntomas y la gravedad de una infección:

Si es superficial, puede producir un enrojecimiento que rodea una parte de la herida, malestar o dolor, inflamación o supuración. Puede tratarse con antibióticos por vía oral.

Las de mayor profundidad, afectan a los músculos subyacentes y pueden causar la muerte del tejido que rodea la herida (músculo, tejido conjuntivo o huesos). Estos casos pueden requerir un desbridamiento quirúrgico y tratamiento antibiótico.

Factores de riesgo:

- Diabetes 
- Tabaquismo 
- Obesidad importante 
- Alteración de la función inmune 
- Desnutrición 
- Operaciones practicadas con urgencia 
- Intervenciones muy prolongadas
- Abordajes amplios
- Cirugías previas en la zona (revisiones de prótesis de cadera o rodilla)

Cómo prevenir la infección de una herida

Para evitar las infecciones por una cirugía, es necesario adoptar medidas preventivas antes, durante y después del procedimiento:
- Usualmente, los cirujanos recomiendan al paciente bañarse con un jabón antiséptico desde 3 días antes. 
- Actualmente no se aconseja afeitar la zona quirúrgica a menos que la presencia de vello altere el acceso a la misma o el campo visual.  Se comprobó que el rasurado produce microtraumas en la piel y aumenta el riesgo de infección de la herida. Si hay que eliminar el vello, se debe hacer justo antes de la intervención (en el quirófano) y de preferencia con máquinas cortadoras eléctricas.
- La limpieza del quirófano es crítica para eliminar microorganismos (sanatorios reconocidos).
- Uso juicioso de antibióticos: Los antibióticos se administran de 30 a 60 minutos antes de realizar la incisión y se suspenden dentro de las 24 horas siguientes a la operación.
- Se ha descubierto que un 25% de las personas son portadoras de Staphylococcus aureus (germen presente más frecuentemente en las infecciones) en las fosas nasales, por lo que se recomendaría alguna crema (Mupirocina) de 2 a 3 veces por día a partir de unos 3 días previos a la cirugía. Incluso también en los pliegues.
- Chequeos previos con infectólogos y odontólogos.
- Luego de una cirugía, es importante desinfectar la herida usando una solución antiséptica, como la iodopovidona. 
- En cuanto a si se debe o no cubrir la herida, la literatura disponible sobre el tema es escasa, pero hay consenso en que la herida se debe mantener cubierta durante las primeras 24 a 48 horas, porque en ese lapso se lleva a cabo la formación de coágulos y la neoangiogénesis propia del proceso de cicatrización; por lo tanto, se justifica mantener la herida cubierta y evitar que se manipule, a menos que los apósitos estén mojados con exudado y haya que cambiarlos.
- Tratar de ser expeditivo en la cirugía y sin excederse con la incisión. A menor tamaño de herida y menor tiempo de duración de cirugía, menos riesgo de infección.



Hasta la próxima.

Dr. Leandro Nuñez 




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