Uno de los temas que me siempre me llamó la atención desde
las épocas de estudiante es la personalidad de los cirujanos. Siendo yo hace ya
unos años “parte de ese mundo”, puedo confirmarlo desde adentro. La característica
que más se repite es la arrogancia, el excesivo narcisismo que reina en la
mayoría. Voy a utilizar una frase muy vulgar (sepan disculpar), pero que es la
representación típica: se mide “quién la tiene más larga…” Esto fue siempre
así, y a uno le gustaría que eso vaya cambiando. Y el cambio se consigue,
aparte de la educación de cada uno, desde la formación en la residencia. Es
difícil, pero no imposible, aunque considero que ya desde la elección de la
especialidad hay una predisposición innata, cierta “dureza” en el carácter que
hace que se opte por una especialidad quirúrgica…
Leía una nota de un cirujano británico que habría escrito
sus iniciales (SB) en el hígado de un paciente antes de transplantarlo,
descubierto por otro cirujano en una cirugía de rutina. El cirujano fue
suspendido hasta que se aclare el hecho. Exceso de narcisismo en su máxima expresión...
Hay 4 características que a mi criterio deben tener los
cirujanos (generales, traumatólogos, cardiovasculares, plásticos).
Trabajadores
Un cirujano debe estar motivado para trabajar duro desde el
principio de su carrera. Requiere largas horas en la universidad, seguido de la
formación de residencia. Además, muchos tipos de cirugías pueden tardar horas
en completarse, y algunas incluso pueden durar todo el día. Los cirujanos deben
estar dispuestos a poner el tiempo necesario para investigar adecuadamente la
condición del paciente y seguir adelante con el tratamiento quirúrgico adecuado
y los cuidados de seguimiento.
Flexibilidad
Los cirujanos exitosos tienen un alto grado de flexibilidad
en su personalidad. Un cirujano a menudo se enfrenta a un día impredecible y
desafiante ya que las cirugías se reprograman, los pacientes y sus familias
pueden complicar las cosas, y otros doctores y enfermeras pueden interferir con
la atención del paciente. Además, el campo de la cirugía siempre se está
adaptando y cambiando a medida que las nuevas tecnologías y la nueva
información salen a la luz. Un cirujano debe tener la capacidad de adaptarse a
la nueva situación y seguir ofreciendo la mejor atención al paciente.
Compasión
La mayoría de las personas estarían de acuerdo en que es
importante que cualquier médico o personal de atención sanitaria tengan cierto
nivel de compasión, y este rasgo de personalidad puede ser aún más importante
para un cirujano que habitualmente tiene la vida de los pacientes en sus manos.
Un buen cirujano debe también debe tener un sentido de humanidad. A través de
su sentido de la humanidad, desarrolla la habilidad para relacionarse con las
necesidades del paciente y proporcionar una mejor atención general.
Humildad
Un buen cirujano debe también tener un carácter humilde.
Siempre debe seguir aprendiendo con el fin de mejorar sus conocimientos
técnicos y aptitudes quirúrgicas para el beneficio de sus pacientes. Debe
escuchar a los pacientes. Los cirujanos que son arrogantes, con mal humor o
excéntricos pueden no trabajar bien como parte de un equipo quirúrgico. Los
cirujanos que son humildes poseen una mejor capacidad de impartir conocimientos
con los residentes y estudiantes de medicina.
Otra característica, pero que ya no depende de la
personalidad, es la habilidad quirúrgica, muchas veces innata y otras veces
adquirida a través de los años.
Un bien cirujano debe, ante todo, ser buen médico,
establecer un diagnóstico correcto para poder indicar el tratamiento adecuado,
mejorando las posibilidades de éxito de la intervención. Si se hace un
diagnóstico equivocado, el tratamiento tiene más chances de fracasar… Esto
incluye la constante lectura de nuevos artículos y novedades que incluyen las
principales revistas médicas.
O sea, el buen médico
nunca termina de estudiar y perfeccionarse.
Hasta la próxima.
Dr. Leandro Nuñez
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