España 2014, más precisamente a partir del 30 de agosto. Ese
es el objetivo de Manu Ginóbili, uno de nuestros deportistas más admirados y
reconocidos. El Mundial de Básquetbol. Pero empiezan a aparecer piedras en el
camino… Una lesión podría impedirle jugar. Según trascendió, se habla de una
fractura por estrés en su pierna derecha (no aclara específicamente el hueso
afectado, ¿tibia?, ¿peroné?, ¿metatarso?). Más allá de las conjeturas periodísticas
por cómo se conoció el tema, que no es mi área, se rumorea que la sufrió
durante Las Finales ante Miami Heat, y que sería en el peroné…
Pero ¿qué es una
fractura por estrés?
También llamadas fracturas “por fatiga”. Ocurren como
resultado de la aplicación de fuerzas repetidas en los huesos por un tiempo
prolongado.
Lo más frecuente es que estas fracturas aparezcan con
cargas bajas, a frecuencias elevadas (como correr una maratón). Las fracturas
por estrés son más frecuentes en huesos de carga (miembros inferiores) en
mujeres jóvenes, en deportistas (corredores, futbolistas, basquetbolistas) y
bailarines. Es la lesión más representativa de las patologías por sobreuso
en el deporte. Pueden ocurrir en cualquier individuo después de los 7 años. Los
sitios más frecuentes son la tibia, el peroné, los huesos del pie
(metatarsianos) y el fémur, aunque depende del deporte. Por ejemplo, en
golfistas no es infrecuente la fractura por estrés de costillas, en gimnastas
se pueden ver fracturas vertebrales y en beisbolistas en el húmero.
Se distinguen dos tipos de fractura por estrés: la fractura por fatiga, que se produce
como consecuencia de la aplicación de un estrés anormal o torsión sobre un
hueso normal, y la fractura por
insuficiencia, que se presenta en un hueso con resistencia anormal (osteoporosis,
etc.) que se rompe por una fuerza o estrés normal (no las trataré aquí).
Pueden influir factores tales como el nivel y calidad del
entrenamiento, fármacos, la nutrición y los hábitos dietéticos, y finalmente el
equipo que se usa para entrenar, como el calzado deportivo o la superficie en
la que se entrena.
Existe otro factor muy importante: La vascularización o
aporte sanguíneo del hueso, ya que este tipo de fracturas ocurren en
aquéllos que por su peculiar anatomía reciben un escaso aporte vascular,
como el escafoides tarsiano, la base del 5º metatarsiano y la cara anterior de
la diáfisis tibial. Se le suman otras zonas de gran impacto como el calcáneo,
otros metatarsianos, los sesamoideos del pie, epífisis del peroné o cuello de
fémur.
Resumiendo, apliquemos un número indeterminado de cargas en
un hueso con escasa vascularización y tendremos una fractura, en este
caso por estrés.
Fractura por estrés en 3er metatarsiano en fase de consolidación |
Síntomas
El paciente generalmente comienza con un dolor leve
inicial, relacionado con la actividad física que va progresando en
intensidad sin el antecedente de una lesión aguda. Inicialmente ese
dolor cede con el reposo, pero después de 1 o 2 semanas, se vuelve continuo,
intenso y puede despertar en la noche a la persona. Se puede
encontrar dolor e inflamación local al tocar el sitio de la fractura.
Diagnóstico
Las radiografías son muy útiles, pero a veces NO
muestran la lesión inicialmente, sino hasta la 2ª o 3ª semana.
El diagnóstico en estos casos se realiza con la Resonancia Magnética Nuclear (RMN), de
una alta sensibilidad en los estadíos iniciales, donde se detecta el edema
óseo provocado por la lesión.
Luego se complementa con una Tomografía Computada para
tener una mejor definición de la imagen e ir siguiendo la evolución.
Tratamiento
El tratamiento habitual de las fracturas por estrés consiste
en REPOSO y a veces se requiere inmovilización del hueso
afectado, pero hay algunas zonas como la parte anterior de la tibia, el cuello
del fémur, el quinto metatarsiano y el escafoides del pie, que
frecuentemente tienen mejor resultado si se intervienen quirúrgicamente. En
algunos deportistas de élite se decide operar de inicio para acelerar el
retorno y prevenir complicaciones.
Algunos tratamientos específicos según la localización:
- Fracturas por sobrecarga de la díáfisis tibial:
cursan inicialmente como una periostitis, no suele necesitar inmovilización y
es totalmente necesario el reposo.
- Fracturas por sobrecarga maléolo medial: en atletas
de salto o carrera con dolor en parte interna del tobillo. El tratamiento es muy
variable, lo más frecuente es inmovilizar con apoyo. No es rara la cirugía por
desplazamiento o al visualizar fractura completa.
- Fracturas por sobrecarga del peroné: Con reposo y
cese de actividad mejoran, el uso de férula da resultados excelentes.
- Fracturas por sobrecarga sesamoideos: poco descriptas,
pasan desapercibidas. Tratamiento quirúrgico se plantea si el dolor perdura más
de 6 meses en deportistas.
- Fracturas por sobrecarga de los metatarsianos: por
marchas prolongadas. Reposo e inmovilización.
- Fracturas por sobrecarga del 5º metatarsiano: Se
confunden a menudo con fracturas agudas por torsión o traumáticas. Suelen ser
quirúrgicas en deportistas de élite.
- Fracturas por sobrecarga del escafoides tarsiano:
infrecuentes. Se tarda en diagnosticar por su presentación vaga en síntomas y
dificultad para ver alteraciones en radiografías. Inmovilización.
- Fracturas por sobrecarga del calcáneo: las más
frecuentes del tarso. Se confunde a menudo con otras patologías. Tratamiento
sintomático.
Algunos deportistas que sufrieron este tipo de lesiones:
-
Rafael Nadal: fractura por estrés del escafoides
tarsiano en 2004. Fuera de las canchas por 2 meses.
-
Marcelo: fractura por estrés en 5º metatarsiano, operado en 2012.
-
Xabi
Alonso: recuperándose de una cirugía por pubialgia, sufre fractura por estrés
del 5º metatarsiano, operándose en agosto de 2013.
-
Pau
Gasol: fractura por estrés del 5º metatarsiano, operado en 2013.
-
Yao
Ming: sufrió fractura por estrés en tobillo en 3 ocasiones, lo cual derivó en
su retiro de la actividad profesional.
-
Lionel
Messi: en 2010 fue operado por una fractura por estrés del 5º metatarsiano. El
médico del Barcelona había declarado que Messi sufría de dolores crónicos en
ambos pies en el 5º metatarsiano, y luego de un trauma menor sufrió la fractura
del izquierdo.
Como puede apreciarse es una lesión bastante frecuente... Y vamos Manu!!!
Hasta la próxima.
Dr. Leandro Nuñez
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