La Proloterapia es una novedosa técnica que se caracteriza por ser regenerativa y reconstructiva. Se utiliza para tratar el dolor crónico relacionado con lesión de ligamentos, tendones y articulaciones.
El término proviene de “Terapia de Proliferación”, porque lo que se busca es la ‘proliferación’ de nuevo tejido, más fuerte y sano.
Las inyecciones en los ligamentos desencadenan un influjo de granulocitos, macrófagos y fibroblastos, la liberación de factores de crecimiento, y en último término, el depósito de colágeno de mejor calidad que el de las estructuras tendinosas o ligamentarias enfermas. Este proceso conduce al fortalecimiento de los ligamentos y a una reducción del dolor y la discapacidad. Si bien habría cierta superposición de sus acciones, se describen tres clases principales de proliferantes comúnmente utilizados en la proloterapia: los irritantes, los quimiotácticos y los osmóticos.
Los más usados en nuestro medio son los osmóticos y en forma de soluciones glucosadas de diferente concentración. A menudo, se agrega un anestésico local para reducir el dolor de las inyecciones irritantes y para poder constatar luego del procedimiento, que la solución terapéutica haya sido inyectada en el lugar correcto, lo que debería traducirse en que a los pocos minutos después de la infiltración y durante el período de duración de la acción del anestésico local (unas horas) el paciente sienta menos dolor. Durante la primera semana posterior a la infiltración es frecuente documentar que el paciente empeora su dolor (debido a los agentes irritantes), estando firmemente desaconsejado el uso de antiinflamatorios no esteroides o aspirina -durante todo el tratamiento- , ya que tenderían a suprimir o a atenuar el efecto inflamatorio del tratamiento local instituido y por lo tanto, a disminuir su eficacia en el largo plazo. Se recomienda el uso de paracetamol, o eventualmente opiáceos u otros tratamientos moduladores del dolor.
El proceso de curación puede esperarse alrededor de las seis semanas una vez iniciado el tratamiento. Las aplicaciones se realizan en forma mensual y se estima que serán necesarias entre 2 y 6, según el tipo de patología que se trate y de la evolución del dolor. Suele ser utilizada para tratamientos musculo-esqueléticos como: Lumbalgias, Artrosis (rodilla principalmente), Patología del hombro y del manguito rotador, Dolores cervicales crónicos, Esguinces crónicos, Tendinitis del Aquiles, Epicondilitis (codo de tenista), Fascitis plantar, entre otros.
La proloterapia es un procedimiento que en manos expertas tiene mínimos riesgos, pero como cualquier procedimiento debe de ser practicado por un médico experto en su área.
Para mayor información, consúltenos al 0810-444-0090 o 4824-4539.
Hasta la próxima.
Dr. Leandro Nuñez